Cuando los recuerdos no nos alcancen. Capítulo 1. [AdminVBB].


A Annie finalmente le habían dado el alta, acababan de llegar a casa, se quedaría con Baro, aunque la verdad fuera, que a ella no le hacía mucha gracia eso de quedarse a dormir con un “extraño”, Baro abrió la puerta con una sonrisa en los labios, Annie bajó la cabeza y entró a la casa, era muy espaciosa, realmente le gustaba, el color de la pared era un color cremoso, le transmitía una sensación dulce y familiar.

-¿Te gusta? Lo elegiste tú – dijo Baro con ojos llenos de cariño.
-¿Yo?
-Sí, ¿por qué?, ¿no te gusta?.
-No, no es eso, de hecho me encanta. Tiene... algo, es como si en verdad fuéramos una familia. ¿Solo vivimos aquí tú y yo?
-Si... - dijo en a penas un susurro.
-¿Qué pasa? - preguntó Annie acercándose a él y poniendo una mano sobre su hombro.
-No, no es nada – dijo el otro levantando la cabeza con una amplia sonrisa.

Todo estaba resultando muy extraño, el hecho de que Annie no recordaba nada, y que Baro parecía ocultar algo, pero... ¿qué sería?. Annie parecía haberse estabilizado un poco, había visto la casa por completo, y había visto su habitación, pero algo empezó a removerse dentro de la mente de Annie, cosa que hizo que comenzase a pensar, si ella dormía en la habitación que había visto... ¿dónde iba a dormir Baro?.

-Emm... perdona...
-Sí, dime.
-Que... exactamente, ¿tú dónde vas a dormir?
-Pues contigo.
-¿Qué?.
-Sí, llevamos durmiendo juntos desde que comenzamos a vivir juntos.
-Pero, esa no soy yo, lo que quiero decir, para mí es como... si no te... conociese.
-Ah... es verdad, pues... dormiré en el sofá – dijo sonriendo de manera un poco falsa.
-Lo siento.
-No, no te preocupes.

De repente la puerta sonó, y de ella entraron cuatro chicos, Annie se quedó un poco conmocionada, los chicos entraron pareciendo estar en su propia casa, y cuando la vieron comenzaron a gritar, Baro intentó detenerlos, pero fue en vano, todos corrieron hacia Annie, que se encontraba sentada en el sofá, y comenzaron a abrazarla, ella, por su parte, empezó a quejarse aunque ninguno de los otros estaba prestando atención, Annie empezó a sofocarse y a intentar soltarse, pero ninguno reaccionaba, hasta que finalmente, Baro dio un grito que hizo que todos la dejaran tranquila.

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